COSTA-GAVRAS

Director de Cine

 

Entrevista de Javier Díaz Box

Fotografías del director de María Gallardo Paredes

 


Costa Gavras

Costa-Gavras, cineasta combativo donde los haya, este inmigrante griego afincado en Francia no ha parado desde que despuntase allá en los años 60 con “Z” (1969) supo aunar a la crítica especializada con el público en temáticas hoy un tanto despegadas del gusto común, el cine político. Este ayudante de Verneuil, Demy y Clément, supo granjearse un hueco gracias a la ayuda de simpatizantes por la causa como Simone Signoret, Yves Montand o Jean Louis Tringtignant. Con “Z” (1969) donde se denunciaba el intento de ocultar el asesinato de un líder izquierdista como si de un accidente se tratase, consiguió el Premio del Jurado en el Festival de Cannes, así como ostentar el privilegio de ser el único que llegó a estar nominado al Oscar por la misma cinta en la candidatura de mejor película y mejor película de habla no inglesa (consiguiendo esta última), eso sí, hasta que llegó Benigni con “La vida es bella” (1997). Otros títulos emblemáticos como “La confesión” (1970), “Estado de sitio” (1973) siguieron en la misma línea de No silenciar hechos que la historia manipulada podría enterrar, tal es el caso de “Desaparecido” (1982) donde un memorable Jack Lemmon intentaba seguir los pasos de su hijo secuestrado y torturado hasta morir por los militares liderados por Pinochet tras el derrocamiento del gobierno de Allende. Una película hoy en día olvidada y de un tema candente como los territorios ocupados de Palestina es “Hanna K” (1983), una cinta a reivindicar. En la década de los 80, tras la anteriormente mencionada destaca “La caja de música” (1989) donde se nos mostraba un tema tan interesante como el qué ocurrió con los nazis que consiguieron eludir a la justicia, donde una contenida Jessica Lange defendía y creía ciegamente a su padre acusado de ser un miembro de la SS, nos proporcionó asimismo el descubrimiento tardío de un actor de raza como Armin Mueller-Stahl. En su periplo americano destaca tan sólo “Mad City” (1997) con dos estrellas como Dustin Hoffman y John Travolta, haciendo una despiadada visión del mundo de los medios de comunicación en su afán de poder y manipulación. En la nueva centuria, obtuvo uno de los mayores escándalos de su carrera por la polémica suscitada en “Amén” (2001) donde se denunciaba el silencio del Vaticano tras conocer lo que estaba ocurriendo en los campos de exterminio nazis. El mundo empresarial recibía una dura visión en “Arcadia” (2005) y ahora llega a nuestras carteleras “Edén al Oeste” (2009) su última llamada de atención, frente al problema de la inmigración. En su estreno en Madrid pudimos conversar con él.

- Esta película tiene un tono de fábula, que para nada tiene que ver con el cine político que tiene en su filmografía. ¿Por qué ha tratado el tema de la inmigración, con este tono tan diferente?

Una fábula puede ser muy política también. Pero hay una razón, y es que en las películas con este tema, todas son dramáticas y se ve a los inmigrantes como personas que viven dramas que portan a la nueva sociedad también dramas o tragedias, pensé que sería bueno de mostrar un inmigrante de una manera completamente distinta. Son personas como nosotros que tienen problemas, que quieren cambiar su vida y que no son automáticamente personas que llevan dramas a nuestra sociedad. Por eso he elegido este estilo para llevar a cabo la historia.

- ¿Ha cambiado mucho el inmigrante europeo del siglo XX a la actual??

Yo lo fui en los años 50 (a París) y sí, es completamente distinta. Antes había una gran demanda de inmigrantes para trabajar en las fábricas. Yo fui estudiante y trabajaba en los fines de semana. Además la sociedad era mucho más abierta. No había este discurso que hay hoy de algunos partidos muy conservadores en Francia que han hecho un discurso muy negativo diciendo que la inmigración va a cambiar las leyes francesas, la religión, hasta los colores de la bandera!!! Y la gente muy simple se lo ha creído. Entonces… claro que hay racismo, había y hay siempre, es una constante en nuestra sociedad, pero se puede decir que hoy es mucho más fuerte que antes.

- Como le parece que ha cambiado la percepción de sus películas ¿A quién llegan ahora sus películas?

Mi cine ha cambiado como he cambiado yo, físicamente y, probablemente, filosóficamente. La sociedad ha cambiado, todo ha cambiado, entonces claro el espectador también ha cambiado mucho. Pero no quiero saber cómo es o puede querer el espectador porque puede haber la tendencia de satisfacer a este tipo de espectadores que sería a mi juicio lo peor de todo.

- ¿Que mensaje quiere transmitir con esta película?

La palabra mensaje no me gusta mucho, porque no quiero transmitir realmente un mensaje. Me gusta contar historias sobre los hombres, porque yo aprendí mucho de las historias que oí, necesitamos historias. Y me gusta contar esta historia sobre a sociedad, ahora el espectador debe elegir qué hacer con esta historia, me gusta que las historias porten alguna emoción, porque con esta emoción se puede vivir, hacer cosas después, o no hacer nada y olvidarlo completamente. Pero no quiero hacer un discurso universal o político como lo hacen los políticos, pero pienso también que el contenido de un filme debe ser sobre la sociedad, sobre hombres, mujeres…

- ¿Por eso ese final abierto, para que el espectador decida como puede acabar esa historia?

Me parece necesario de crear un tipo de intercambio con el espectador, que participe en la historia, me parece absolutamente indispensable.

- Este chico (el prota) tan ingenuo al principio, en todo este camino que hace ¿ha aprendido algo?

Él… seguramente que ha aprendido.  De ser paciente y también que Occidente no es el Paraíso.

- No es muy habitual que se trate el asunto del sexo, este personaje en este viaje es un poco mercancía sexual. Me gustaría que nos contara por qué sale esto en la película.

El inmigrante es alguien que explotamos su trabajo y también su sexualidad. Si además son jóvenes y tienen un físico agradable.. son explotados. Y no pueden (no tienen) la posibilidad de negarse porque pueden perder la posibilidad de tener un futuro.

- En Arcadia ya dejó una crítica a la publicidad muy agresiva. En ésta a modo de filigrana, hay una crítica de la sociedad del espectáculo, de los medios que están filmando siempre en la calle. ¿Por qué lo reflejas tan tangencial, tan natural?

En una película debe tener siempre un primer plano y un segundo plano y en este siempre ha de haber algo. Los medios audiovisuales hoy son tantos… que los periodistas son empujados a hacer espectáculo, que corran por todas partes, no informativos pero han de ser espectaculares, esta es la idea del segundo plano.

- La mayoría de las personas con las que se encuentra el protagonista son bondadosos. Prima fundamentalmente la bondad. Usted ¿cree que la sociedad europea va por delante de los gobiernos?

Sí, pienso que sí. La gente cuando conoce a un inmigrante como por persona podemos ser gentiles generalmente, el problema es qué podemos hacer, cómo ayudar. Pero claro, los gobiernos no ven las personas, ven la masa, entonces tienen una visión muy negativa.

- ¿Usted como intelectual se siente escuchado?

Lo espero (risas) no pienso que tenga la verdad absoluta. Es difícil ver la verdad.

Hay una acusación generalizada hacia los intelectuales que no pintan nada en la sociedad, que han quedado relegados, los han apartado. ¿Usted cómo lo ve?

No, pienso que hay que participar. No quiero hacer un dogma de eso, es una opinión personal, no voy a decir lo que deben hacer los demás. Pero pienso que no se puede vivir, hacer cosas al exterior de la sociedad, somos partes de ella, hay que vivir con la sociedad, sería muy aburrido estar al margen de ella. Tenemos una obligación permanente. La sociedad, cómo puede ir adelante sin intelectuales, sin filósofos…

- Descubrimos París en la película como una ciudad preciosa. ¿Qué le enamoró de París en los años 50?

La misma ciudad. Descubrí la cultura francesa, lo más interesante para mí lo encontré  en un poema de Prevert que dice: “No quiero ser el más grande, no quiero ser el más rico, no quiero ser el más guapo, quiero ser distinto” me parece que es una filosofía muy francesa, que me parece perfecta, muy buena.

- Su carrera cinematográfica sería una crónica que siempre ha estado pegado a hechos actuales denunciando los abusos que se han producido a lo largo de los años

Ha dicho una palabra que no me gusta mucho, y es carrera, nosotros no hacemos carrera. No me siento haciendo una carrera (risas) pero sí, haciendo películas. Me siento personalmente frente a estos problemas y puedo porque tengo la ventaja extraordinaria de poder contarlas con imágenes. Es como la danza y para estar dentro de un baile hay que bailar.

- Hay un momento en la película en la relación que tiene con la mujer de Hamburgo en el que le dice “quiero irme contigo a Alemania” y ella le responde: “no, mi vida en Alemania es la realidad” y ahí están viviendo como en un paraíso.

Claro, el hotel es como un pequeño paraíso. Paraíso que creamos nosotros y claro que no es un paraíso permanente, es sólo de 15 días, o de un mes como máximo, porque cuesta mucho dinero. La gente que no vive en nuestro mundo cuando ven estas cosas lo generalizan y se crean una falsa imagen, pero la mujer tiene una relación con él muy franca. No puede ayudarlo más, no quiere más. Se puede decir también que es una metáfora de nosotros con los inmigrantes cuando los necesitamos los tomamos, los usamos y cuando no los necesitamos ya, decimos que vuelvan a su casa, a su país.

- Le recuerdo no hace mucho hizo una declaración en la que afirmaba que “el capitalismo agresivo, violento  multilateral fracasará como otros intentos absolutistas” además de un cineasta osado, comprometido… ¿también es profeta?

(risas) No… (risas) mira, hay tantos profetas en la Biblia eh?? Basta (risas).
No me siento nada profeta, pero esto se veía. La sociedad andaba en esta filosofía de dinero, más y más dinero. El dinero porta individualismo, la gente se siente sola, hay que vivir solo. Esta “solitud” se veía muy claramente. Y no se puede vivir en una sociedad donde hay una necesidad de ir acumulando cada vez más bienes. Me parece mejor la calidad de vida que la cantidad de los bienes. Y esto parece que se veía.

- ¿Cree que estamos condenados continuamente al desencanto con nuestros políticos?

Si.. (risas) afortunadamente, no hay otra solución. Sí, pero hay que elegir y luchar por tener políticos de calidad. Pienso que hay algunos, hay un personaje que me perece un político muy moderno, con ideas muy modernas sobre la ciudad globalmente, que es Obama. Hay algunos que pueden hacer cosas interesantes, me parece que Zapatero, desde fuera, me parece interesante, no por ser socialista, sino por su discurso, lo que hace hoy con la historia del aborto, me parece necesario que la gente pueda decidir si quieren o no tener hijos,  no un poder religioso que finalmente conoce poco de la vida a mi juicio… perdón, no quiero hacer un discurso sobre esto.
Pero, hay millones de niños que mueren cada día de hambre y no he visto ninguna manifestación para salvar a esta gente, en Francia también hay gente que se movilizan por esto que al final es una abstracción.

- Hablando de la iglesia, no hay un solo personaje religioso en esta historia.

No, porque la Iglesia (en su totalidad)… tiene una posición muy fuerte con el inmigrante, al menos en Francia. Conozco muchos aspectos negativos, tienen miedo del musulmán, de una religión que viene y que pude tomar clientes.

- La película es un retrato de la inferencia. Usted, ¿pensaba que iba a ser así Europa?

No, verdaderamente no, al contrario. En los 50/60 había un discurso positivo, era necesario de estar juntos para cambiar la sociedad… hoy esto cambió completamente, nadie dice que vaya a ver un mundo mejor. Porque hay problemas económicos, de medio ambiente, todo es negativo y con todo esto la gente vuelve a una posición muy individual que es a mi juicio la peor de todas.

- Su cine que rescata la memoria histórica, que despierta conciencias. ¿Cree usted que la sociedad occidental sigue adormecida?
 Hay siempre, me parece, una necesidad de verdad, de despertar la dignidad de los otros, y de vivir una vida mejor si es posible.

- ¿Tiene alguna otra historia en mente?

si, si… estoy intentando escribir, que no es fácil.

- Pero… ha atacado a la Iglesia, a los medios de comunicación, a los militares, los políticos…. ¿Le queda algún estamento, poder o institución que le falte por meter el dedo en la llaga?

No (risas) es lo mismo. Hay otros. Quienes dirigen la sociedad. ¿Finalmente qué es lo interesante? El Poder. El poder que tiene alguien sobre el otro, el poder que tienen algunos sobre nosotros. Esta relación que viene a ser piramidal es lo que hace que seamos felices o no en la vida. El poder es la cosa mas interesante finalmente para el cine, para la vida. Y esto para mi, es política, la política para mi no es si voto por Sarkozy o por Zapatero, la política es el uso que hacemos del poder que tenemos. Al final el abuso que otros tienen sobre nosotros.

- Para la elaboración de la película ¿ha trabajado con inmigrantes?

Si, si, con muchos, en París. ¿Sabe usted que tenemos en Francia más de 400.000 inmigrantes ilegales?
Son explotados, que tienen un miedo tremendo cada día, que muchos de ellos no cogen el metro porque a veces hacen controles, y tiene que ir a pie a su lugares (clandestinos) de trabajo. Pero no dicen nada de negativo, dicen que tienen una vida mejor que la que tenían y esperan que un día su vida vaya a cambiar.
Pero los legales tampoco tienen una vida paradisíaca, muchos problemas de aceptación de la sociedad… etc.

- Hace 20 años, realizó Missing sobre la desaparición del periodista norteamericano en Chile, y aún no hay justicia sobre este tema. ¿Tiene pensado retomar el tema y hacer una segunda parte?

Si, en cierto momento lo hemos pensado con la familia de Charles Horman, de hacer una continuidad; pero hay elementos en la historia que todavía no tenemos. Por ejemplo sabemos que Mr. Kissinger tenía un papel muy importante en esta historia pero no sabemos qué papel exactamente. Nos han dado muchos, muchos documentos pero la mayoría de ellos están tachados. Esperamos encontrar documentos sin tachar.

- ¿Existe un cine europeo como tal, o solo creaciones nacionales?

El cine… qué es el cine. El cine, primero es personal, después es social y después puede ser europeo. Pero ¿qué puede ser Europa para el cine? Esa es la pregunta. Ayudar económicamente lo primero de todo (que lo hace pero no lo bastante). Después debe de haber un sistema para que el cine europeo se vea en los cines europeos. Deben crearse leyes para que el cine europeo viaje por los países europeos, que se garantice su explotación en las salas y en las televisiones. En Francia hemos hecho esta ley que dice que el 40% de las películas que se ven en TV deben ser de producción nacional o europea.

- Pero existe una visión un tanto generalizada disconforme con que se emplee dinero de los impuestos para crear un cine que finalmente parece no gustar demasiado.

No quiere, pero sí acepta que su dinero vaya a pagar a soldados que van a matar a Afganistán. Sería mejor ver películas que aunque no les gusten. Esto es un discurso inaceptable. Es el Parlamento (elegido por el pueblo) quien debe decidir si ha de haber un cine nacional. En Francia se ha hecho, y se ha optado oficialmente por tener un cine nacional. El Cine Europeo siempre ha sido un problema. Mariano Barroso ha dicho que va a ser muy abierto para ayudar al cine europeo, veremos a ver en qué dirección va.

- ¿Qué opina del cine político, el género que le lanzó a la fama, actualmente?

El cine que se dice político… todo el cine es político creo yo. Luego, pasemos a lo que cree la gente. Pero hay dificultades, el cine que habla de problemas sociales y políticos tiene problemas de financiación. Las TV. privadas siempre quieren algo “que no moleste”.

- ¿Considera que hay mucho cineasta pasivo, cineasta espectador?

¿Por qué no?  Hay libertad de hacer cada uno lo que quiera. El problema del cine político es el dinero, siempre existe la dificultad de buscar financiación.

- Dentro del último cine político existen dos personajes muy variopintos o inquietantes, como prefiera. ¿Qué opinión le merece la obra de Michael Moore?

Me parece muy bien, muy interesante, con alguna exageración si bien es cierto, pero también siempre ligada a la realidad.

- Considera pues, lícito esa exageración, ese querer llevar el tema a su terreno?

Es necesario… alguna vez es necesario para llamar la atención y decir a la gente fíjate en esta parte. No, no, me parece muy bien.

- Y qué me puede decir del cine documental de Oliver Stone sobre Fidel Castro y Hugo Chávez?

No he visto el de Chávez, pero sí el de Castro. Me parece una visión muy personal de Oliver Stone, pero me parece que también hay cosas muy reales, porque hay una gran parte de la realidad cubana que no queremos verla. Que vemos sólo lo negativo, pero no queremos ver lo positivo. Fui algunas veces a Cuba y hablé con periodistas y algunos oficiales y he dicho siempre lo que pienso, como que hay cosas inaceptables, tales como la falta de libertad, pero la cultura por ejemplo es muy positiva, la seguridad social… los hospitales son perfectos en Cuba. Debe abrirse Cuba, deben hacerlo tanto Fidel como Raúl Castro, porque envejecen y el sistema con ellos…
Hay que evitar lo que pasó con la Unión Soviética, es decir dar el país a algunos que se convierte en muy ricos.
El hecho de que no haya cambio, las nuevas generaciones terminan pensando que los ideales son de los cubanos que están allí. Y no saben que pueden caer en una situación mucho peor de la que están viviendo ahora.

- El tema de la inmigración es de siempre ¿Por qué ahora?

Porque se puede decir hay ahora una globalización de la inmigración  como nunca antes, y que hay una aceleración de la inmigración, cada vez habrá más, que vendrá de la pobreza del mundo y del cambio climático. El hecho de que todo el mundo sepa ahora que la vida en otras partes está mucho mejor que en su casa, y la gente con más carácter, más fuerza y valentía, decide desplazarse para cambiar sus vidas.

- ¿Cómo es su proceso de documentación, por ejemplo el caso de Amén?

Pasé casi cuatro años. Al final de los créditos incluso reseño algunos de los libros que me sirvieron. Era muy importante el intentar de estar lo más cercano posible de la verdad, y más que la verdad, era la ética de los personajes y las situaciones, es decir no manipular por razones dramáticas la ética de las situaciones. Y todo lo que se dice  es completamente todo, es así.

- El tema es peliagudo porque existen algunas tesis que afirman que Hitler tenía pensado bombardear el Vaticano por haber ayudado a los judíos. (recordemos que Amén denunciaba el silencio del Vaticano ante el Holocausto)

Si, si... y debería de haber sido bombardeado para mantener la verdad.

- Para terminar me gustaría citarle a Brecht. “de todas las cosas seguras, la más segura es la duda”. Usted ¿de qué no duda?

Brecht tenía razón. De todo!!!! (risas) si se puede intentar buscar la verdad, si hay una verdad total. Muy buena la cita, ¡no la conocía!

 

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ISSN 1988-8848