DE ESPANHA NEM BOM VENTO
NEM BOM CASAMENTO:
INÉS DE CASTRO (L. de Barros y G. Viñolas, 1944)

From Spain, neither good wind nor good marriage:
Inés de Castro (L. de Barros and G. Viñolas, 1944)

Dr. Jesús Mª de la Casa Rivas
Historiador
Sevilla

Resumen. La reina portuguesa de origen castellano Inés de Castro es un personaje muy grato a la tradición lusa y algo menos conocido en España. Su tratamiento en el Cine tiene su principal referencia en una película de 1944, co-producción hispano-lusa, que venia a ilustrar la sintonía existente en la época entre los dos países vecinos. Podría ser un trasunto de las luces y las sombras de la inevitable convivencia histórica dentro de Iberia.
Palabras clave. Medioevo, Iberismo, Cine Portugués, Co-Producción Hispano-Lusa, Inés de Castro, Cine Histórico de los 40.

Abstract. The Portuguese Queen of Castilian origin Inés de Castro has been a figure very much loved by the Portuguese tradition and less known in Spain. Her filmic portrait has a 1944 movie as main reference. A Spanish-Portuguese co-production reflecting an understanding for common course of action among both neighbour countries at the time of production. The movie context reflects lights and shadows of the unavoidable historical coexistence in Iberia.
Keywords. Middle Ages, Iberian Federalism, Portuguese Cinema, Spanish-Portuguese Co-production, Inês de Castro, Historical cinema from the 1940’s.

 

Nadie espere de estas breves líneas una disección pormenorizada de técnicas cinematográficas o un análisis profundo, pretendo ir mucho más allá: ni más ni menos que homenajear a toda aquella generación que creció pensando que la Edad Media no estaba constituida por una sucesión interminable de días monótonos de duro trabajo y miseria, sino de “gestas heroicas”, “baluartes inexpugnables” y escenarios de cartón-piedra, o lo que es lo mismo, intentar que nuestra imaginación nos traslade a la Iberia de mediados los años '40, con un mundo en guerra y dos países con una supuesta neutralidad que nadie se creía. ¿La excusa?: Inés de Castro.
¿Qué nos dice la historia de Dña Inés de Castro?: que era hija bastarda de un hidalgo gallego, D. Pedro Fernández de Castro y  de Dña Adoniza Soares, y que llegó a Portugal en 1340 como dama de compañía de Dña. Constanza, hija del Infante de Castilla D. Juan Manuel, prometida con el heredero al trono de Portugal D.Pedro.
Al parecer, desde bien pronto comienza la relación amorosa entre D. Pedro y Dña Inés, fruto de la cual llegan a tener cuatro hijos en común: Alfonso, Juan, Dionís y Beatriz.
Al morir Dña Constanza, tras haber dado a luz a Fernando, el Rey, D. Alfonso IV, reúne a su Consejo y decide la ejecución de Dña. Inés, temeroso del futuro de su nieto (que a la postre reinaría como Fernando I de Portugal) y la vinculación de la familia de Dña. Inés a la corte lusa si ésta llegaba a contraer matrimonio con D. Pedro. Es en enero de 1355, cuando parece ser que Dña Inés de Castro contaba con 35 años, el momento en el que es degollada en Coimbra por D. Álvaro Gonçalves -Justicia Mayor del Reino-, D. Pedro Coelho y D. Diego Pacheco. Esta acción desencadenará una breve guerra civil en Portugal entre padre e hijo, quienes terminarán reconciliándose. Al acceder al trono D. Pedro (I de Portugal, el Justiciero para unos, el Cruel para otros) hizo público que se había casado secretamente con Dña Inés (declaración de Cantanhede) y mandó trasladar el cadáver de Dña Inés desde el monasterio de Santa Clara en Coimbra al de Alcobaça, donde hoy en día podemos admirar su túmulo funerario.


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La leyenda. Visto todo lo anterior, es fácil deducir que muy pronto se utilizara este tema como fondo de romance, introduciéndose todo tipo de variaciones tales como la locura de D. Pedro y su venganza (a uno de los asesinos le arrancaría el corazón por el pecho y a otro por la espalda ), la contraorden de D. Alfonso, que lógicamente no llega a tiempo, la muerte del rey por remordimiento, … pero de entre ellas sin duda la más macabra y por ende popular es la de que el rey hizo exhumar el cadáver de Dña Inés y obligó a la nobleza a rendirle pleitesía como reina de Portugal.
El tema de los amores y el fin de Dña Inés alcanza su cumbre literaria ni más ni menos que con Camoes en Os Lusíadas, quien en el Canto III, estrofa 118 escribe:

“ (…) O caso triste e digno da memória,
Que do sepulcro os homens desenterra,
Aconteceu da mísera e mesquinha
Que despois de ser morta foi Rainha” (1)

En España, será Luis Vélez de Guevara con su obra Reinar después de morir, quien popularice el tema:

“¿Dónde vas el caballero,
dónde vas triste de ti?
muerta es tu enamorada
muerta es que yo la vi” (2)

Ya en el siglo XX, será Alejandro Casona quien trate el mismo tema en su obra Corona de amor y muerte.

La película

Rodada en Portugal en 1944, entre el 22 de abril y el 14 de noviembre, se trata de una co-producción que contó con una doble dirección, la de Manuel Augusto García Viñolas por parte española y la de José Leitão de Barros por parte portuguesa, al igualque hubo dos productoras Ediciones Cinematográficas Faro y Filmes Lumiar.
El rodaje no estuvo exento de dificultades, tales como la falta de suministros procedentes de Alemania, la bicefalia directiva y un plante de actores (increíble para la fecha en que nos movemos); todo lo cual originó un retraso de dos meses en la finalización.
Hay quien sostiene que en realidad, más que una película con dos directores, se trata de dos películas, dadas las diferencias entre las versiones que se proyectaron en España y en Portugal(3). Así, es significativo cómo el metraje en Portugal tenía quince minutos más o cómo en la versión española se utiliza para D. Pedro el pseudónimo de el Cruel, lo cual se omite en la versión para Portugal.

Partiendo de la firma del Bloque Ibérico en 1942, se suponía que iba a ser el inicio de una colaboración  -conjunción felicísima se la denominaba en la rimbombancia de la época-filmográfica hispano-portuguesa (partiendo de la base de que lo que interesaba y necesitaba la mayoría de españoles y portugueses era el folclore y las grandes hazañas de la formación nacional), encaminada a lograr una producción que estuviese al nivel del cine estadounidense o italiano y por ello contó con el apoyo de las dictaduras de Franco y Carmona, de hecho fue declarada incluso de Interés Nacional en nuestro país. Sin embargo, para el gobierno portugués fue una película portuguesa, en donde resaltaban los actores portugueses y el gran protagonista era D. Pedro el Justiciero, mientras que para España lo era  Dña Inés de Castro. De hecho, corrió como la pólvora la anécdota  de una señora francesa que en Madrid sugería ir a ver a "los portugueses", dando por entendido que se refería a la película Inés de Castro.      
Entre sus principales actores contamos con Antonio Vilar (D. Pedro), Alicia Palacios, habanera hija de actores españoles (Dña. Inés), Erico Braga (D. Alfonso IV),  João Villaret (el bobo) y Mª Dolores Pradera (Dña Constanza); no deja de sorprendernos el papel de Mª Dolores Pradera como actriz, por lo poco conocido de esta faceta suya, desarrollada sobre todo en las décadas de 1940 y 1950, posiblemente difuminada por la de actriz de teatro y cómo no, por  la de su exitosa carrera musical.
La película en España obtuvo el premio CEC (Círculo de los Escritores Cinematográficos  del Sindicato del Espectáculo).
Consultando las crónicas periodísticas publicadas a raíz de su estreno, comprobamos como en La Vanguardia española, del día 6 de febrero de 1945 se exalta "el alarde de sensibilidad" y los "estupendos fundidos entre la caza del cervato y la caza de la mujer”(4). El estreno en Portugal  tuvo lugar el 9 de mayo del mismo año y contó con la presencia del general Carmona, Presidente de la República portuguesa y Nicolás Franco, embajador de España, en el cine San Luís de Lisboa, lo que denota la trascendencia que se le dio al acto. (5)

La pregunta que queda en el aire es a quién y por qué se le ocurrió elegir este tema; es claro que muerte, guerra y venganza no espantaban a nadie y menos a los vencedores de la Guerra Civil Española, pero cómo tolerar los amores de Dña Inés con D. Pedro, estando éste casado con Dña Constanza y encima airearlos; en fin, la película vio la luz y si la Iglesia puso alguna objeción no ha llegado hasta nosotros. De entonces acá las representaciones teatrales del tema en ambos países han sido innumerables y en 1997 José Carlos de Oliveira realizaría una nueva versión (con guión suyo  y de João Aguilar e Imagemreal como productora, titulada, ahora sí, Inês de Portugal). Por supuesto, ésta versión actualizada cuenta con muchos mayores medios y enfoques mucho más acordes con la realidad actual, lo que la separa inmensamente de nuestra Inés.

Reflexiones
En esta misma revista, D. Antonio Aguilera Vita titulaba un artículo “Melina mira la Acrópolis” y nos transportaba a una Atenas en la que los ojos de los espectadores habían quedado grabados en el Partenón (6); yo aquí intento acercar al lector a una película olvidada, inencontrable (salvo en You Tube, cómo no) en donde, como si de un cuadro barroco se tratase, las miradas  de los actores, que establecen intensas líneas de fuga, nos atrapan y, una vez dentro de ellas, nos permiten desde la pantalla observar a los espectadores, esos espectadores de una Iberia también en blanco y negro y voces en off, que acuden al cine los domingos por la tarde buscando escapar durante algo más de una hora y media de un presente agobiante y tedioso; portugueses y españoles que al final de la película saldrán con el mismo desconocimiento mutuo, a pesar del supuesto interés de nuestros gobernantes, o precisamente a causa de ello.

Inés de Castro muere todas las tardes, ajena a cómo mientras por la radio se transmiten los partidos de fútbol y las radionovelas se alternan con informaciones sobre los acontecimientos bélicos que tienen al mundo sobrecogido. Como si se tratase de una metáfora, el cadáver (eso sí, velado) de Dña Inés se expone, haciéndonos pensar que esa colaboración y acercamiento hispano-luso había nacido también muerto y velado.
Es una España de NO-DO y uniformes, que se abriga con ropas de lana tricotadas en casa, y que ve en Portugal la posibilidad de obtener de contrabando café y harina, a la espera de la siguiente colaboración cinematográfica hispano-portuguesa: Cinco lobitos / O diabo são elas que, basándose en un texto de los hermanos Quintero, fue un rotundo fracaso; y es que ni el periplo de la Virgen de Fátima poco después por el “solar patrio” fue capaz de acercarnos, pero eso es ya otra historia.


Cuadro de Salvador Martínez Cubell. (http://cmcorpkillers.blogspot.com)

Llegados a este punto, queremos (para rebatirlas) terminar con las palabras con las que una voz en off da por concluida la película: "Botáram-los nos túmulos. E dormem em silencio de Deus, na régia  pompa, o Pedro português e a Inês espanhola. Ele, amoroso,  poeta e suave; ela carnal e bela em seu corpo. Ei-los aquí, na paz inseparável, como símbolo eterno de Portugal e Espanha. Dexémo-los dormir y sonhar de amor até ao fim do mundo".
¿Seguiremos dejando dormir el auténtico conocimiento y colaboración entre los dos países o estamos ya preparados y dispuestos para rechazar los estereotipos?.

NOTAS
(1) www.oslusiadas.com
(2) www.cervantesvirtual.com
(3) FOLGAR DE LA CALLE J. Mª., Inés de Castro. Doble versión de José Leitão de Barros. 2003, Editorial del Cardo. LA AVENTURA LUSO-ESPAÑOLA. Introducción al estudio de la coproducción cinematográfica hispano-lusa de los años cuarenta. Artículo publicado en: filmhistoria online. Vol. XIII, 2003. http://www.pcb.ub.es/filmhistoria
(4) La Vanguardia española, 6 de febrero de 1945 pg 10.Sáenz Guerrero H.
(5) ABC, 17 de septiembre de 1946.
(6) METAKINEMA nº 0, pp. 41-52.

 

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ISSN 1988-8848