A PROPÓSITO DEL LIBRO:
ÁNGEL LUIS HUESO MONTÓN,
GLORIA CAMARERO GÓMEZ (coords.),
HACER HISTORIA CON IMÁGENES,
SÍNTESIS, MADRID, 2014, 223 PÁGINAS

About the book: Hacer historia con imágenes,
Síntesis, Madrid, 2014, 223 pages

Lcdo. Miguel Dávila Vargas-Machuca
Historiador del Cine
Jaén

Recibido el 3 de Octubre de 2014
Aceptado el 21 de Octubre de 2014

 

 

La relación entre cine e historia comienza a la vez que nace el propio medio de las imágenes en movimiento, consiguiendo ir estrechándose paulatinamente a lo largo del tiempo a través de toda una serie de imágenes que sirvieron y sirven como testimonio sobre diversos acontecimientos sociales. A pesar de ello, el interés académico por el valor histórico de las películas comienza ya entrada la segunda mitad del siglo XX, con nombres destacados como el francés Marc Ferro o el estadounidense Robert A. Rosenstone, quienes junto a otros muchos han ido abonando el campo para la proliferación de investigaciones sobre las diferentes formas de reflejar la realidad histórica a través del cine, de hacer historia con imágenes.

Precisamente Hacer historia con imágenes es el título de este libro, perteneciente a la colección “Historia” de la Editorial Síntesis y coordinado por Ángel Luis Hueso Montón (Universidad de Santiago de Compostela) y Gloria Camarero Gómez (Universidad Carlos III de Madrid). En el primer capítulo del volumen, “La historia desde la imagen cinematográfica”, los coordinadores explican el planteamiento del libro y el estado de la cuestión sobre esta potencialidad del medio cinematográfico para crear historia. A continuación, realizan un acercamiento somero a las distintas reflexiones que componen este volumen, escritas por especialistas de diversos países que muestran también distintos posicionamientos historiográficos.

El mencionado Robert A. Rosenstone (California Institute of Technology, Caltech) es el encargado del primer texto compilado en este volumen, “La película histórica como campo, como modo de pensamiento (historiar) y un montón de malas jugadas que les hacemos a los muertos”. Rosenstone repasa la actualidad académica de esta relación entre cine e historia y las distintas perspectivas desde las que acercarse al cine histórico, para terminar centrándose en un ejemplo directamente relacionado con él: la película Rojos (Reds), dirigida por Warren Beatty en 1981. A través de este título, del que Rosenstone fue asesor histórico y cuyo guión adaptó su obra Romantic Revolutionary: Biography of John Reed (1975), se demuestra cómo el cine es capaz de hablar del pasado desde una óptica del presente, cómo la realidad que rodea al momento de creación de una película queda reflejada de forma implícita en relatos sobre tiempos pretéritos. Rosenstone intenta así marcar diferencias y similitudes entre un cine histórico muy influido por el presente y una historia académica supuestamente más libre y centrada en el pasado.

El siguiente trabajo, “Modelos de análisis del cine histórico: Francia, Estados Unidos e Italia”, del italiano Matteo Sanfilippo (Università degli Studi della Tuscia), es otro acercamiento metodológico en el que se trata un campo poco estudiado hasta ahora, el de la relación de los distintos puntos de vista historiográficos con el cine histórico. Sanfilippo se acerca tanto a la influencia del cine histórico en la historiografía como a una perspectiva inversa, poniendo ejemplos de historiadores que han entrado en la práctica cinematográfica como asesores históricos, guionistas e incluso directores, y que vierten en el cine sus particulares planteamientos respecto a la historia.

Julio Montero (Universidad Complutense de Madrid), que lleva tiempo impulsando investigaciones sobre la relación entre el cine y la realidad sociohistórica, firma el capítulo “La historia y el cine documental. Sobre la posibilidad de presentar resultados de investigación en formato documental”. En él analiza la potencialidad de los medios audiovisuales como apoyo y herramienta de difusión de las investigaciones históricas, haciendo hincapié en el aprovechamiento de los documentales dramáticos históricos para ello. Además, relaciona la estructura de monografías y artículos históricos con la de los documentales para presentar las diferencias y paralelismos entre ellas.

Rafael de España (Universitat de Barcelona) revisa en “El cine y los totalitarismos europeos del siglo XX” el papel del cine como transmisor de ideologías y como eficaz herramienta para condicionar el pensamiento y la conducta de los ciudadanos bajo gobiernos dictatoriales. Se destaca la  glorificación propagandística del líder o caudillo de turno del estado totalitario correspondiente llevada a cabo a través del cine, estudiando las prácticas de las industrias cinematográficas de Alemania y la Unión Soviética para exaltar, respectivamente, a Hitler y Stalin. De España se detiene en profundidad en la práctica del cine italiano fascista de glorificar la figura de Mussolini, un campo poco analizado, al menos fuera de Italia.

El siguiente capítulo, “Visiones del pasado en el cine de Ettore Scola” es la aportación de uno de los pioneros académicos españoles en esta relación entre cine e historia, Ángel Luis Hueso Montón, citado anteriormente también como uno de los coordinadores del libro reseñado. En este texto se alude al director italiano Ettore Scola como ejemplo de cineasta que suele asomarse al pasado en gran parte de su filmografía para intentar recrear la sociedad y sus cambios. El análisis se centra en tres de sus películas, en las que demuestra diferentes formas de reinterpretar el pasado y de hacer historia desde el cine: Una jornada particular (Una giornata particolare, 1977), La noche de Varennes (La nuit de Varennes, 1981) y La sala de baile (Le bal, 1983).

Joaquín Cánovas Belchí (Universidad de Murcia) es el primer autor del libro en acercarse a la cinematografía española. Su trabajo “Los inicios del cine histórico en el imaginario fílmico español (1905-1931)” estudia la infancia del género histórico en el cine español, pormenorizando en los títulos de referencia del momento, que intentaban conformar la identidad nacional a través de las imágenes en movimiento. A través de ilustres ejemplos como La vida de Cristóbal Colón y su descubrimiento de América (1916) o El dos de Mayo (1927) se analizan tanto las potencialidades como las limitaciones que demostraba este género recién nacido en el cine español.

El segundo texto sobre cine español, “Lecturas cinematográficas del siglo XIX español”, corresponde a José Antonio Pérez Bowie (Universidad de Salamanca), que aborda las perspectivas historicistas surgidas de la relación entre la literatura y el cine, centrando su análisis en el cine histórico realizado en la etapa franquista, y más concretamente en las películas que adaptaban obras literarias y se ambientaban en el siglo XIX. Su estudio demuestra el interés del gobierno de Franco en que el medio cinematográfico interpretara de forma dirigida y sin necesidad de rigor histórico un siglo especialmente convulso de la Historia de España, para ofrecer a los espectadores una visión interesada y manipulada que ensalzara los valores absolutistas y católicos.

“Cine histórico español contemporáneo. De El espíritu de la colmena (1973) a La voz dormida (2011)” es un texto de José María Caparrós Lera (Universitat de Barcelona) sobre este cine reciente de los finales de la etapa franquista hasta los inicios del nuevo milenio. Tomando el interesante y novedoso planteamiento de un exhaustivo análisis filmográfico de estos años, abre el abanico no sólo a hechos y personajes reales, sino también al contexto de la época, dando lugar a una clasificación según diversos períodos históricos.

Le sigue Santiago de Pablo (Universidad del País Vasco, UPV/EHU) con el último texto sobre cine español, “Cine y nacionalismo vasco: el caso de ETA político-militar y Euskadiko Ezkerra”. Este destacado investigador de la relación entre el cine y los nacionalismos demuestra la importancia del medio en la década de 1980 para dos corrientes nacionalistas vascas concretas: la rama político-militar de la organización terrorista ETA y el partido político Euskadiko Ezkerra. De Pablo hace especial hincapié en el documental controlado por ETA Euskadi hors d’État (1983) y en la representación cinematográfica de personajes como “Pertur” y Mario Onaindía, destacando también la evolución del cine sobre ETA desde la Transición hasta nuestros días.

El último texto recopilado en el libro es “El paisaje humano. Escuchando a Bertrand Tavernier”, en el que Ramón Rozas (Universidad de Santiago de Compostela) recoge sus impresiones sobre la conferencia impartida por el prestigioso director francés en el III Congreso Internacional de Historia y Cine (Santiago de Compostela, del 3 al 5 de noviembre de 2011). Tavernier se nos presenta como un director que quiere convertir a sus películas en fieles testimonios históricos, siendo un ejemplo claro de cineasta comprometido con la historia y con su recreación audiovisual.

Este libro se presenta así como una interesante y versátil recopilación de estudios sobre diversas formas de crear historia desde el cine, firmados por reconocidos investigadores de las relaciones entre cine e historia, un campo académico aún controvertido y con sólo unas décadas de existencia, pero de plena actualidad en nuestros días.


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ISSN 1988-8848